Resumen:
La provisión privada, más una combinación de regulación y competencia, sustituyeron la
provisión estatal de servicios en los sectores de infraestructura básica. Esta estrategia fue
ejecutada mediante la capitalización, que aseguró inversiones de mediano plazo, y la
introducción de la regulación sectorial, que busca el funcionamiento eficiente de estos
sectores en el largo plazo en el marco de un Contrato Regulatorio. Los problemas de
asimetría de información, contratos incompletos y riesgo regulatorio, son parte permanente
del desafío regulatorio, sistema que requiere seguimiento y fortalecimiento continuos para
que se maximize su impacto en favor del bienestar social, sujeto al equilibrio entre usuarios,
empresas y Estado. Hacia el futuro, las metas de universalidad de acceso y universalidad de
servicio realizables continuarán siendo parte de las políticas de Estado sectoriales.