Resumen:
Entre 1970 y 2000, la inversión pública se mantuvo en niveles bajos en varias regiones del mundo,
particularmente en América Latina (FMI, 2004). Como consecuencia de la baja disponibilidad y calidad
de capital físico público hubo una pérdida significativa de crecimiento económico1 en la región (Calderón,
Eastearly y Serven, 2003). Rodrik (2016) observó que este resultado puede relacionarse con la corriente
predominante en las estrategias de desarrollo económico que se adoptaron. Los hacedores de política
elegían priorizar el capital humano y las instituciones reduciendo la participación del estado en la
infraestructura y formación del capital físico (Rodrik, 2016).