Resumen:
Aunque en la última década en Bolivia se han reducido los niveles de desnutrición, una proporción importante de la población rural presenta altos niveles de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. Estos hechos se acompañan por un fuerte aumento de la importación de alimentos agrícolas, que implica una disminución de la producción, y la comercialización de productos campesinos. El propósito de este estudio es caracterizar la cadena de valor (producción y comercialización) de papa a nivel familiar; es decir, analizar las unidades familiares productivas y comprender la influencia de éstas sobre la seguridad alimentaria.
Se ha aplicado una encuesta elaborada en función al contexto social y cultural de las familias consideradas (102 familias productoras de papa en 5 comunidades del municipio de Batallas). Se realizó un análisis de componentes principales, análisis de correlación (Kendall) y pruebas inferenciales para identificar indicadores económico-productivos clave y establecer su relación con elementos de acceso y disponibilidad de alimento.
Los resultados evidenciaron la influencia de la cantidad de papa producida sobre la asignación al consumo y al comercio. Se muestra que, a mayor cantidad de papa producida, mayor es la papa consumida y menor el gasto en alimento, incidiendo de manera positiva en la disponibilidad de alimento de producción propia. Igualmente, a mayores cantidades de papa vendida, mayores los ingresos que servirían para satisfacer las necesidades de adquirir otro tipo de alimentos además de la papa. Sin embargo, la inversión en mano de obra familiar en tareas de producción y comercialización no mejora la rentabilidad, y por tanto no contribuye a la disponibilidad ni al acceso de alimentos. Este estudio evidencia que compensaciones entre elementos de la seguridad alimentaria guían la lógica de la familia productora en cuanto a producción comercialización y consumo. Se muestra la importancia del rendimiento, la
rentabilidad y el rol central que juegan la mano de obra de la familia productora y el consumo responsable de los actores de la cadena, sugiriendo su potencial para mejorar la seguridad alimentaria en un momento de transformación del sistema agroalimentario en Bolivia.