Resumen:
La solución más común de los pobres viven en sectores marginales de las
ciudades de Bolivia ha sido el autoempleo informal a través de actividades
micro empresariales de varias clases. Sin embargo, estas actividades de
emprendimiento son de baja calidad. No tienen perspectivas de crecimiento
y, si bien es cierto que generan empleo, también son precarios, dada la
informalidad.
A nivel de la ciudad de Cochabamba, la realidad descrita para el nivel
nacional, tiene una réplica prácticamente exacta, muchos pequeños
emprendimientos citadinos relacionados al rubro de alimentos, tienen estas
características: unidades familiares, con precaria dotación de recursos, puestos
de venta ubicados en la calle, con una diversificada oferta de comida rápida
accesible a sectores de población de bajos ingresos, altos gastos operativos en
relación a sus ingresos, limitaciones estructurales para hacer crecer su
pequeño negocio, mano de obra calificada pero no valorada por estar inserta
en la esfera baja del mercado y en su gran mayoría desprovistos de
conocimientos sobre proyectos, sobre temas administrativos o de
comercialización.