Resumen:
Objetivo. Identificar la prevalencia del autoinforme de síntomas, del acceso al testeo y del diagnóstico de la enfermedad por el coronavirus del 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés), así como su asociación con determinantes sociales de la salud (DSS). Métodos. Estudio transversal con una muestra de 11 728 hombres y 12 612 mujeres mayores de 17 años, con base en la Encuesta Nacional de Hogares 2020. Las variables dependientes fueron el autoinforme de síntomas, de acceso al testeo y de una prueba positiva para COVID-19. Las variables independientes fueron la edad, el nivel de educación, la zona de residencia y geográfica, la etnia, el tipo de hogar, el ingreso per cápita, la actividad y el seguro de salud. Se calcularon prevalencias, asociaciones bivariadas y modelos de regresión logística binomial (razón de momios [OR] e intervalo de confianza del 95% [IC95%]). Resultados. Del total de personas incluidas, 16% notificó síntomas, 10% un testeo y 4,2% una prueba posi- tiva para COVID-19. Existieron desigualdades en la notificación de síntomas de COVID-19, con una mayor probabilidad en las mujeres cuyos ingresos habían disminuido (OR: 1,7; IC95%: 1,2-2,4) y las personas des- empleadas (OR: 1,2; IC95%: 1,1-1,4 para los hombres y OR:1,3; IC: 1,5-1,5 para las mujeres). En cambio, con respecto al acceso a las pruebas diagnósticas, la mayor probabilidad se observó en personas con educación superior (OR: 2.4; IC95%: 1,9-2,9 para los hombres y OR: 2,7; IC95%: 2,2-3,4 para las mujeres), cuyos ingre- sos se mantuvieron (OR: 1,5; IC95%: 1,3-1,9 para los hombres y OR: 1,7; IC95%: 1,4-2,0 para las mujeres) y del cuartil de ingreso per cápita en el hogar más alto (OR: 2,0; IC95%:1,6-2,5 para los hombres y OR: 1,6; IC95%: 1,3-2,0 para las mujeres). La probabilidad de notificar síntomas, realizarse una prueba y el diagnós- tico para COVID-19 aumentó con la edad, para las personas que contaban con seguro de salud y residentes en los llanos; por otra parte, disminuyó para residentes de zonas rurales. Conclusiones. Existen desigualdades en el acceso al testeo y en la notificación de síntomas de la COVID-19.